miércoles, 19 de agosto de 2009

GENTE TRISTE, POR EL JUEVES


Es que, si lo piensas, es preocupante y todo. O sea, hay gente en el País Vasco, personas humanas como tú y yo, que un buen día deciden que van a enterrarse en la clandestinidad y dedicar su vida al crimen por una causa no ya material (que tendría sentido, dentro de lo malo), sino puramente fanática. Ya es raro que aún exista gente capaz de anteponer su lucha política a todo lo demás; pero, cuando esa lucha se reduce al uso de armas y explosivos contra indefensos, y la causa es la supuesta voluntad de un país de escapar a la supuesta opresión de otro país, lo que se traduce en poner en la lista negra a todo el que no comparta esta romántica paranoia integrista, eso ya es de locos, con perdón de los locos. Y sin embargo, existen personas que optan por este camino, por esta vida de ocultarse, atacar cobardemente y huir; una vida de ideales irreales y distópicos; una vida sin ninguna opción de calma, felicidad o diversión; una vida de escribir cartas de amenaza, fabricar bombas en la cocina y pegar tiros por la espalda a perfectos desconocidos. Es increíble, pero esto pasa. Deberían mandar psiquiatras a preguntarles si el mundo no les parecía bastante duro ya en el bando de los pobres, como para pasarse al de los criminales. Sí, alguien debería preguntarles eso. No nosotros, que somos una revista divertida y dicharachera. Lo nuestro es más de preguntarles, "¿Por qué no os vais a la mierda, tíos?".